“Pintado de rojo ocre como los edificios de Barranco, carpintería de madera pintada y una atención especial al piso del patio, en damero con ladrillo y cemento.”
Este colegio, ubicado en una esquina ruidosa, tiene un retiro y una cerrada fachada para protegerlo. Se entra por un zaguán –clásico vestíbulo colonial– a un patio mediano. Este conduce a otro, mayor, destinado a los recreos y al que miran las aulas en dos niveles. También se organizan una biblioteca, salones de trabajo para profesores y un salón de usos múltiples que sirve de comedor.